RINOPLASTÍA
La rinoplastía es la cirugía que modifica la forma de la naríz, y es uno de los procedimientos quirúrgicos más frecuentemente realizados en cirugía estética.
La rinoplastia puede disminuir o aumentar el tamaño de la nariz, cambiar la forma de la punta o del dorso, estrechar los orificios nasales o cambiar el ángulo entre la naríz y el labio superior. También corrige los problemas congénitos, los traumatismos y algunos problemas respiratorios.
La rinoplastía se realiza siempre en quirófano, dentro de una clínica u hospital. Normalmente, se permanece en la clínica la noche tras la cirugía, dándose el alta al día siguiente.
La rinoplastía puede realizarse bajo anestesia local más sedación, o lo que es más frecuente, con anestesia general, dependiendo de la complejidad de la cirugía y de las preferencias de su cirujano. Si se realiza con anestesia local más sedación, el paciente se siente relajado y la nariz y sus alrededores están insensibles al dolor; con anestesia general el paciente está dormido durante la operación.
Una rinoplastia suele durar entre 1 y 2 horas, aunque en casos complejos puede llevar más tiempo. Durante la cirugía, la piel de la nariz se separa de su soporte, compuesto por hueso y cartílago, que es esculpido con la forma deseada. Finalmente la piel es redistribuida sobre este nuevo soporte. Muchos cirujanos plásticos realizan este procedimiento desde dentro de la nariz, haciendo unas pequeñas incisiones en el interior de los orificios nasales; otros prefieren hacer una rinoplastia abierta, sobre todo para los casos más complejos, en la que se realiza una pequeña incisión en la columela.
Cuando se completa la cirugía, se coloca una férula plástica, que ayudará a mantener la nueva forma de la nariz. También se colocan tapones nasales en ambos orificios para evitar el sangrado y estabilizar el tabique nasal, según sea el caso.