En Bellezza Surgery, en Tijuana, este procedimiento se realiza con precisión y cuidado, buscando resultados naturales y proporcionales al cuerpo de cada paciente.

¿En qué consiste la cirugía de reducción de busto?

La intervención consiste en remover el exceso de piel, grasa y tejido mamario mediante diferentes técnicas quirúrgicas. La elección de la técnica depende de la distancia entre la areola y la horquilla esternal, así como del grado de caída mamaria.

La técnica más utilizada es la incisión en forma de T invertida, que permite remodelar el busto, elevar la areola y reducir de forma equilibrada el volumen mamario.
Además de mejorar la apariencia estética, esta cirugía alivia molestias físicas como dolor de espalda, cuello o irritación cutánea causadas por el peso excesivo del busto.

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¿Cuándo se considera que un busto es grande?

El tamaño mamario ideal depende de las proporciones del tórax y del contorno corporal.
En general, cuando el complejo areola-pezón se encuentra por debajo del surco submamario o las medidas sobrepasan una copa C, puede considerarse una mama grande o desproporcionada.
Sin embargo, el criterio principal siempre es la comodidad y satisfacción de la paciente.

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¿Cuántas tallas se pueden reducir?

La reducción varía según cada caso. Algunas pacientes prefieren un busto más pequeño (por ejemplo, copa B), mientras que otras buscan mantener un volumen intermedio (copa C o D).
El objetivo de Bellezza Surgery es lograr una forma y tamaño coherentes con la base torácica, preservando la sensibilidad y la naturalidad del resultado.

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Beneficios de la reducción de busto

• Alivio del dolor de espalda, cuello y hombros.

• Mayor comodidad física y libertad de movimiento.

• Mejora en la postura corporal.

• Reducción de irritación cutánea bajo los senos.

• Resultados estéticos más armónicos y proporcionales al cuerpo.

En algunos casos, la cirugía puede implicar retirar hasta dos kilogramos de tejido mamario, mejorando tanto la salud física como la autoestima de la paciente.

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Recuperación y cuidados

La recuperación suele requerir reposo durante los primeros 10 a 14 días y uso de sujetador quirúrgico para mantener la nueva forma del busto.
Las cicatrices se colocan estratégicamente para que sean lo menos visibles posible y tienden a atenuarse con el tiempo.
El resultado definitivo se aprecia tras varios meses, una vez que el tejido se ha adaptado completamente.