Ser candidato depende de tu estado de salud, tus objetivos estéticos y la evaluación médica previa. Los cirujanos revisan tu historial clínico, hábitos, anatomía facial y expectativas para determinar si el procedimiento es seguro y adecuado para ti. Una valoración profesional es el primer paso para definir el tratamiento correcto.

El tiempo de recuperación varía según el procedimiento: desde 5–7 días para cirugías simples, hasta 2–4 semanas para cirugías más complejas como lifting facial o rinoplastia. Seguir las indicaciones médicas, evitar el sol y asistir a revisiones garantiza una recuperación más rápida y segura.

Los resultados pueden ser de larga duración, pero dependen del tipo de cirugía, tu proceso de envejecimiento natural y tu estilo de vida. Algunos procedimientos ofrecen resultados permanentes (como la rinoplastia), mientras que otros pueden requerir mantenimiento con el tiempo, como tratamientos de rejuvenecimiento.

Como en cualquier procedimiento quirúrgico, pueden existir riesgos como inflamación, hematomas, infección o molestias temporales. Elegir un cirujano certificado, instalaciones seguras y seguir las indicaciones pre y postoperatorias reduce significativamente cualquier riesgo.

La mayoría de los pacientes regresan a actividades ligeras en pocos días y retoman su rutina normal en 1–2 semanas, dependiendo del procedimiento. Ejercicio intenso, exposición al sol y actividades físicas deben evitarse hasta que el cirujano lo indique.